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ESCAPE ROOM: LA BIBLIOTECA.
Microrrelato para la asignatura Historia de la Lectura.
Inicio: Bienvenidos
Escape Room: la biblioteca.
—Bien, ¿Por dónde empezamos? —Pregunta una de las chicas. Para ser un simple salón de juegos, aquel sitio es muy realista. Y es que ninguna de ellas había estado nunca en un escape room.
La sala es una enorme biblioteca. Grandes estanterías soportan libros de muchos tipos. Tantos que ni un experto sabría por dónde empezar el juego. Las paredes están llenas de famosos cuadros y hay unas cuantas chimeneas dentro de la habitación. Aquel sitio es oscuro y ninguno de los objetos parecen una pista. De repente una grave voz en off comienza a hablar: «Bienvenidos a la escape room “En la música y en la historia”. Si queréis salir de aquí debéis encontrar la obra clave entre todos estos libros. Cuando estéis seguros, tendréis que introducir la clave en el ordenador de la entrada. Solo tendréis una oportunidad. Uno de uno. Si no lo conseguís, os quedaréis para siempre encerrados en esta biblioteca. Tenéis una hora»
—¡Qué difícil! Hay un montón de libros en esta biblioteca. Ni si quiera en una hora tendríamos tiempo de verlos todos. ¿Qué hacemos?—Dice Vanesa tras escuchar aquella aterradora voz. No quiere reconocer ante sus cuatro amigas haber sentido algo de miedo al oír lo que aquel hombre ha dicho.
De repente, una chimenea se enciende. A sus pies hay un pergamino. Es Lily quien se decide a cogerlo y leerlo en voz alta para que todas sus compañeras puedan escucharlo.
—Nadie me ha herido.
—¿En serio pone eso? No tiene ningún sentido—comenta Marta, que reconoce estar empezando a ponerse nerviosa.
—¿Se referirá a alguna novela de guerra? —Pregunta Lucía, quien tampoco sabe por dónde buscar.
En ese momento, las cinco chicas se disponen a buscar novelas de guerra en las estanterías, sin embargo, ninguna da con una pista clave. Han pasado ya diez minutos y su juego no ha avanzado nada.
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—Estamos haciéndolo mal—dice Dafne pensativa—¿Cuántas novelas de guerra habrá en esta biblioteca? ¿Diez? ¿Cincuenta? Eso no nos lleva a ningún lado. Tenemos que encaminarlo a otra cosa.
—¡Polifemo! —Grita Lily. Todas sus amigas la miran sin entender muy bien lo que ha dicho—¡Sí! ¡Polifemo! Polifemo es quien dijo esa frase cuando Odiseo lo engaño en la cueva. ¡La pista es La Odisea!
Corriendo, Lily busca a Homero entre las grandes estanterías del salón, hasta dar con el libro. Efectivamente, aquella obra es el primer paso que las chicas han de dar en aquel juego. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer.
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En ese momento, otra de las chimeneas se enciende, lo que hace a las chicas pensar que cada vez que adivinen una pista una chimenea se encenderá. Emocionadas, felicitan a Lily por haber sido tan rápida. Cada vez hace más calor. De nuevo, un pergamino se encuentra a los pies de la chimenea. Esta vez es Marta quien se lo lee a sus compañeras.
—Y tú, ¿Cómo te imaginas el infierno? ¿Y el paraíso?
—Otra vez igual—protesta Vanesa— esto es muy complicado.
—¡Ángeles y demonios! — grita Marta, quien se dirige rápidamente a buscar a Dan Brown. —¡Aquí está!
Las muchachas esperan impacientes a que otra de las chimeneas se encienda, sin embargo, esta vez no es así.
—Quizá ese no sea el libro—dice Dafne—El infierno y el paraíso aparecen en muchas novelas.
—Tienes razón—dice Marta cabizbaja. —Espera… no es Ángeles y Demonios, pero si puede que tenga algo que ver con Dan Brown… ¡Claro! ¡Dante! ¡Dante inspiró a Dan Brown en su novela Inferno!
Esta vez la chimenea si se enciende cuando las chicas seleccionan La Divina Comedia de Dante. Como de costumbre, reciben un pergamino.
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— Liliput, Brobdingnag, Laputa, Houyhnhnms—dice Vanesa leyendo el pergamino que había debajo de la tercera chimenea. —¡Esta me la sé! ¡Esta me la sé!
—¿Pero qué idioma es ese? —Dice Lily entre risas.
—¡No es ningún idioma! Son lugares de Los Viajes de Gulliver, una de mis novelas favoritas. Mi abuela solía leérmela antes de dormir cuando era pequeña. Liliput es donde viven las personas minúsculas, Brobdingnan donde viven los gigantes. La tierra de houyhnhnms es la tierra de los sabios caballos parlantes y Laputa… Bueno, no me acuerdo de qué tierra era Laputa, pero estoy segura de que son lugares de esa novela.
—¡Vanesa tiene razón! —Dice Dafne emocionada—Laputa es una isla voladora. ¡Corred a buscar ese libro!
Tras felicitar lo bien que han estado sus compañeras, Lily, Marta y Lucía van corriendo a buscar Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift. La cuarta chimenea se enciende y las chicas se ven obligadas a quitarse su jersey, menos Lucía, que aún no tiene suficiente calor. Esta vez es Dafne quién lee la nota.
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—De Narciso se enamorará y en tu piel lo llevarás.
—¿Narciso? ¿El de la mitología? —Pregunta Lucía.
—Imagino que sí—dice Marta. —Una ninfa llamada Eco se enamoró de Narciso, fue el desencadenante de su muerte.
—¡Genial! —dice Dafne. —Pero ¿la tinta a qué se refiere?
En ese momento Lucía comiza a tener calor y se quita el jersey. Todas se dan cuenta de algo que hicieron hace más de un año y medio. ¡Se tatuaron una rosa todas juntas!
—¡La rosa! —grita Vanesa. —Todas llevamos una rosa tatuada. Pensemos, Eco y una rosa…
—¡El nombre de la rosa! De Umberto Eco—dicen Dafne y Marta a la vez.
Todas corren a buscar el libro y la quinta chimenea se enciende.
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—Cada vez estamos más cerca de conseguirlo, aún nos quedan 28 minutos—dice Lucía, quien leerá la nota esta vez. — Tom Robinson es indefendible.
—Tom Robinson es el cantante favorito de mi padre —dice Marta, quien empieza a tararear Still Loving you¸ una de las canciones más famosas del Británico indie.
En ese momento, la sexta chimenea se enciende. Marta, Vanesa, Lily y Dafne se miran asombradas. ¿De verdad la pista era Tom Robinson el cantante? No. Lucía aparece tras una estantería con un ejemplar en su mano.
—Era Matar a un ruiseñor—dice. —Tom Robinson fue acusado de violar a una joven blanca. Tom Robinson es el cantante favorito de tu padre y Matar a un ruiseñor la película favorita del mío.
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Entusiasmadas, se disponen a leer la nota de la sexta chimenea. Pero esta vez no encuentran más que un mapa con una cruz. Las muchachas se deciden a seguir el mapa para encontrar ese lugar, pensando que esta sería la novela que deberían encontrar. Para su sorpresa, justo el lugar marcado por el mapa es un hueco vacío. Esa no era la pista.
—La pista es simplemente un mapa, no su dirección—dice Lucía. —¿Alguna tiene alguna idea sobre libros que hablen de mapas?
—¿Algún libro de piratas? —pregunta Marta, que se da cuenta enseguida de la trampa de la pista. —¡La isla del Tesoro! ¡Claro! Jim Hawkins encontró el mapa de un marino que fue a su posada que le mostraba la dirección de un tesoro.
Cuando han encontrado el libro, una última chimenea se enciende, sin embargo, esta vez ya no hay una nota. La temible voz en off habla de nuevo: «Enhorabuena, habéis encontrado todas las pistas, ahora debéis encontrar la clave final»
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La Odisea, La Divina Comedia, Los viajes de Gulliver, El nombre de la rosa, Matar a un ruiseñor y La isla del tesoro son las obras que las cinco chicas han encontrado. Sin embargo, eso no les da ninguna pista y, de nuevo, no saben por dónde seguir.
Pasan cinco minutos intentado encontrar alguna palabra oculta entre los títulos de esas obras, sin éxito alguno. Entonces, Dafne se da cuenta de un pequeño dibujo en la parte trasera de los ejemplares de las obras, un pentagrama con una nota.
—Vanesa tráeme ese cuaderno—le pide a su amiga. —¡Lo tengo! Chicas, ¿veis esto? —pregunta a sus compañeras, quienes solo ven una partitura. —Hay que hacer una transcripción. Los libros tienen dibujado por detrás una nota en un pentagrama. Y este cuaderno de pentagramas nos dice la letra que es cada nota.
La Odisea trae consigo una blanca en La. Buscándolo en el cuaderno, las chicas se dan cuenta de que corresponde a la V. La Divina Comedia tiene una redonda en do, que corresponde con la letra I. Los viajes de Gulliver tienen una negra en fa, correspondiente a la letra C. El nombre de la rosa corresponde con la letra T, pues tenía una redonda en Mi. Matar a un ruiseñor, con una negra en La corresponde con la letra O y, por último, La isla del tesoro, corresponde con la letra R, pues tenía una redonda en Sol.
—Víctor—lee Vanesa.
—¡Claro! Víctor Hugo. Es uno de los escritores más famosos de la historia— dice Marta. —La clave debe ser una obra suya.
—Pero Víctor Hugo tiene muchas obras—replica Lucía. —Y ya solo nos quedan siete minutos.
—¡Qué asco! ¿Qué es esto? ¿Pintura? —Dice Lily tras ver que una gota le ha caído sobre el hombro.
Cuando las cinco chicas levantan la vista, ven que los cuadros de la sala se están derritiendo por el calor. Todos menos uno. Una obra en miniatura que se encuentra en el fondo de la sala.
—¿Os dais cuenta de que ese es el único cuadro que no se ha derretido? —Pregunta Vanesa.
—¡Es La libertad guiando al pueblo! —grita Marta. —¡Claro! ¡Los Miserables! Los Miserables están ambientados en la misma época que La libertad guiando al pueblo. Las barricadas de los años 30 del siglo XIX en París.
—¡Sí! —grita Lucía. —Además, la Escape Room se llama “historia y música”. Los miserables también ha sido llevado al mundo del teatro musical. ¡Esa tiene que ser la clave!
No les queda mucho tiempo y no tienen más ideas. Las cinco chicas están de acuerdo en que lo más lógico es que esa sea la pista. Allá van. Es Lily quien escribe en el ordenador el título de la obra.
De repente, la puerta del fondo se abre. Lo han conseguido. Han sido capaces de terminar aquel juego que no tenía ni pies ni cabeza. Las cinco chicas sonríen, se abrazan y lo celebran. Han conseguido trabajar en equipo y superar aquella prueba.
«Enhorabuena, habéis logrado encontrar la clave final. Fuera espera vuestra recompensa»
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